Las varices acarrean síntomas muy molestos, además de resultar muy antiestéticas. Con los avances actuales, pueden eliminarse sin apenas riesgos para la paciente, tanto en tratamientos quirúrgicos como con productos químicos. Sin embargo, el eliminar una variz no previene que aparezcan nuevas, por lo que deberás seguir cuidándote y tener cuidado con tu circulación.
El tratamiento láser para varices consiste en quemar la variz mediante luz láser, que solo afecta a la zona tratada, evitando el dolor y las quemaduras. Las varices, incluso las graves, se eliminan en una sola sesión de 60 minutos y rara vez vuelven a aparecer. Además, el tratamiento es molesto pero no doloroso, y requiere un período de recuperación breve. El láser para varices es una de las técnicas menos invasivas.
La esclerosis vascular o escleroterapia es uno de los tratamientos más utilizados, indicado para varices pequeñas. Consiste en provocar la inflamación del tejido, la cual produce una fibrosis que desencadena la cicatrización de la variz. La esclerosis química se realiza inyectando un líquido escleroso; la fotoesclerosis utiliza los pulsos de luz para provocar la coagulación; en la esclerosis con microespuma se sustituye el líquido escleroso por una espuma que aumenta el área de contacto y, por lo tanto, el efecto.
Las sesiones de esclerosis duran entre 15 y 60 minutos, y aunque pueden generar alguna molestia, no son dolorosas. Los cuidados posteriores pasan por evitar la exposición al sol y llevar una media compresora durante un día. Conoce algunas de las técnicas más avanzadas para eliminar las varices, las cuales puedes combinar con otros tratamientos que mejoren la salud y la belleza de tus piernas.