Los angiomas pueden ser de muchos tipos y pueden tener mayor o menor gravedad y afectar más o menos al paciente. Normalmente, son lesiones vasculares «de nacimiento», pero en algunas ocasiones se desarrollan en la edad adulta. Aquí, nos focalizamos en un determinado tipo de angioma: los puntos rubí
Los «puntos rubí» son esas pequeñas «bolitas rojas» o «puntos rojos» muy frecuentes en personas adultas, que son pequeñas deformaciones vasculares.
Su causa más frecuente es el envejecimiento de la piel y, en este caso, el fotoenvejecimiento no es determinante. Suele estar más asociado a un factor genético.
Cuando el sistema vascular falla, hay una excesiva dilatación capilar y se transforma en esos pequeños «puntos rojos». El efecto es parecido al que se produce en las piernas con las varices, sin embargo, los puntos Rubí suelen aparecer en el tronco y no en las extremidades.
Normalmente, estos «puntos rojos» son pequeños, pero hay excepciones: en algunas personas llegan a los 7 mm. Es importante acudir al especialista en cuanto se detecte una proliferación de los puntos rubí.
Es relevante destacar que no desaparecen de manera natural, sino que se deben eliminar. Además, si una persona tiene tendencia a su aparición, irán aumentando. No obstante, los puntos rubí no son un problema para la salud, se eliminan por estética.
A veces aparecen en zonas muy visibles como la punta de la nariz. Y el láser más utilizado para su eliminación es el más indicado para lesiones vasculares (el NdYag).