¿Te gustaría rellenar esos pequeños huecos que han quedado en tus cejas? ¿Has escuchado hablar sobre la micropigmentación pero no sabes qué otros usos puede tener?
La micropigmentación consiste en realizar un tatuaje permanente o semi-permanente (de larga duración). Este procedimiento pretende embellecer y armonizar las líneas del rostro, simulando ese vello que ya no está. Se obtiene un resultado final muy natural con los mejores resultados de forma rápida y segura.
Es conocido por todos el tratamiento de micropigmentación de cejas. Poco a poco se sustituyó por el microblading pero ahora vuelve a irrumpir la técnica de micropigmenación con un puntero todavía más fino para lograr la mayor naturalidad posible.
Como en todo, además de una gran técnica, es fundamental un criterio diagnóstico estético para que puedas conseguir la forma que más favorece tu armonía facial, y que la experiencia sea lo más agradable posible. Si combinamos estos tres escenarios, “voila”, conseguimos pacientes encantados que nos recomiendan y repiten una y otra vez.
Como decíamos, las cejas son las más conocidas porque enmarcan el ojo e intensifican la mirada. Puedes desde cambiar la forma, mejorando el ángulo de apertura del ojo, como alargar, ensanchar, dar efecto de redensificación o crear en pacientes que ya no tienen.
En pacientes con resultados muy poco naturales y descontentas con sus cejas, podemos realizar alguna sesión previa de eliminación de pigmento, o al menos, si su tatuaje cambió de color hacia un verdoso o amoratado, y luego, cambiar absolutamente su aspecto.