Flacidez

Las estrías son cicatrices que se forman tras las rupturas de las fibras de elastina, colágeno y reticulina que forman la piel, cuando esta se somete a un estiramiento repentino. Al principio suelen tener un color rojizo o purpúreo, indicando que todavía hay riego sanguíneo. Posteriormente, se volverán rosáceas y, finalmente, de un blanco nacarado. Estas últimas son las más difíciles de tratar.

Como hemos dicho, la flacidez se presenta debido a la pérdida paulatina de colágeno y elastina por el envejecimiento de la piel, siendo el paso del tiempo uno de los principales culpables de su aparición. Pero nosotros, a veces inconscientemente, favorecemos este envejecimiento: el consumo excesivo de alcohol o tabaco, la deshidratación o demasiada exposición solar son agravantes para nuestra flacidez y el envejecimiento cutáneo.

Otras de las principales causas son el sobrepeso y la rápida subida y bajada del mismo, debido a dietas estrictas que no somos capaces de continuar en el tiempo. Una dieta baja en proteínas y rica en grasas e hidratos de carbono, predispone a una textura fofa de la piel, como también lo hace la vida sedentaria.

Durante el embarazo y, sobre todo, tras el parto, suele aparecer flacidez, pues la piel es incapaz de recuperar la elasticidad por el rápido aumento y pérdida de volumen. Varios embarazos y periodos de lactancia agravarán el problema, haciendo cada vez más difícil la recuperación natural de la piel.